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Un grito por Nicaragua desde Las Vegas

La comunidad nicaragüense de Las Vegas salió a las calles el sábado 30 de junio para protestar por la violencia en su país de origen. “Ya no más represión, que se vaya el presidente Ortega”, gritaron.

Cerca de trescientas personas, la mayoría vestidas de azul y blanco, los colores distintivos de la bandera de su país, mostraron carteles con lemas y demandas: “Nicaragua y Las Vegas unidas por la libertad”. “Unidos por Nicaragua, no más dictadura, queremos paz”. Incluso hubo alguien que aprovechó y con un cartel pidió: “Senador Dean Heller por favor vote sí en el Acta Nica”. También los gritos demandaron “Alto a la represión” y la renuncia de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.

A la nicaragüense Dalila Rodríguez, una de las más entusiastas manifestantes no la detuvo su impedimento para caminar. Desde su silla de ruedas gritó lemas y sostuvo un cartel con el mapa de su país y la cantidad de muertos. Además, estuvo leyendo “nombres de las víctimas de la represión”.

Al día siguiente de la protesta Rodríguez dijo que tenía información de que se habían reunido cerca de 300 personas, la mayoría nicas pero acompañados por muchos centroamericanos, mexicanos y algunos estadounidenses.

El sábado 30 la columna avanzó de la Fremont East y la calle 9 hacia Las Vegas Boulevard, para terminar frente al edificio federal Lloyd George. En la marcha se pudo ver al concejal Bob Coffin a un lado de la fila ayudando con el orden.

Uno de los carteles informó: Van 285 muertos; 1,500 heridos; 156 desaparecidos, y más de 200 detenidos. Las cifras las sustentaron en un reporte de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, un documento mostrado por Anáhuac Ibarra-Rojas, quien dijo “la violencia tiene que parar ahora, no la semana que entra”.

Ibarra-Rojas comentó que la situación en Nicaragua empezó meses atrás cuando personas mayores protestaron por la reducción en el sistema de pensiones. Se les reprimió, entonces aparecieron los estudiantes; se les reprimió también y después la violencia se hizo general.

Rosemary Flores, que junto con otras conducía el mitin presentó al concejal Coffin (Distrito 3 de Las Vegas), quien con una banderita nicaragüense en mano mostró su apoyo a los manifestantes. “Conozco Nicaragua, he estado varias veces allá, como en 1991 con Violeta Barrios de Chamorro. Esta lucha es por justicia”, dijo mostrando una credencial de identificación como prueba de su estancia en la nación centroamericana.

María Eugenia Herrera, una de las coordinadoras de la manifestación, afirmó “protestamos contra el régimen de Ortega y en apoyo de las víctimas. Con esta marcha le decimos a nuestra gente en Nicaragua que no está sola, la apoyamos de corazón. Queremos que se vayan Ortega y su mujer”.

Herrera agregó que van a continuar su lucha con colecta de ayuda humanitaria, con víveres y dinero, para mandar a la nación centroamericana. Durante la protesta alguien informó que ya habían empezado con las colectas y en la primera habían reunido $1,500 dólares que mandaron a la provincia de Estelí.

Durante la manifestación la gente cantó el himno nacional nicaragüense, y varias veces la canción “Soy puro pinolero”. Erika Destin con un vestido típico bailó, mientras la gente gritó lemas y demandas. Para concluir se convocó a una vigilia esa noche en la parroquia Santa Brígida.

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