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Un hombre se retracta de su confesión de asesinatos sin resolver en una entrevista en la cárcel

Un hombre acusado la semana pasada de los asesinatos de tres adolescentes en North Las Vegas en 1996, le reveló al Review-Journal el miércoles que hizo una confesión falsa.

“Estaba drogado con PCP”, dijo Willis Davis durante una videollamada y una entrevista telefónica en el Centro de Detención del Condado Clark. “Entonces, ya sabes, estaba fuera de mis cabales. Realmente ni siquiera recuerdo lo que dije. Estoy tratando de recordar lo que le dije a la policía”.

El jueves, los fiscales acusaron formalmente al hombre de 43 años en relación con los tiroteos mortales de John Muldrow Jr. de 18 años, Xavier Crockett de 15 años y Jason Moore de 14, según registros judiciales. Los disparos estuvieron relacionados con la violencia de pandillas, y Davis le informó a la policía que era miembro de la pandilla GPK al momento de los asesinatos, según el informe de su detención.

Davis le dijo al Review-Journal que sabe quiénes son los verdaderos tiradores. Pero se negó a nombrarlos a menos que haya un juicio y confesó que tiene miedo de ser un “soplón”.

“Si voy a juicio, sí, voy a hacer saber lo que pasó”, mencionó Davis. “No soy culpable”.

En el informe de arresto de dos páginas no se mencionaba el consumo de drogas ni que Davis estuviera incapacitado al momento de la confesión. El portavoz del Departamento de Policía de North Las Vegas, Alex Cuevas, escribió en un comunicado enviado por correo electrónico el miércoles que la policía cree que la confesión fue legítima.

“Todas las confesiones que se dieron al momento de la entrevista con el detective fueron investigadas y corroboradas con base al conocimiento íntimo del crimen que sólo una persona culpable sabría”, mencionó. “En este momento, no hay más información disponible para difundir. Esto es para ayudar a proteger la integridad del caso”.

Según el informe de la detención de Davis, este fue detenido el 12 de enero por agentes del Departamento de Policía Metropolitana que lo acusaron de llevar ilegalmente un arma oculta. Davis dijo que estaba cruzando la calle cuando fue detenido por la policía.

Tras su detención, le dijo a la policía que “quería confesar unos asesinatos ocurridos hace años en North Las Vegas”, escribió un agente en su informe de detención.

Davis agregó el miércoles que, mientras hablaba con la policía, les dijo a los agentes: “Están haciendo su trabajo, pero tienen más por hacer”, y que “hay muchos expedientes de casos sin resolver que están abiertos”.

Dijo que la conversación siguió de ahí.

“Me preguntaron específicamente sobre los crímenes, y yo me limité a adivinar lo que pudo haber ocurrido realmente”, señaló Davis.

Mencionó que conocía detalles sobre los casos porque sus compañeros de pandilla le hablaron de los tiroteos en 1996. Dijo que entonces tenía miedo de decir algo por las represalias de la banda.

Según el informe de detención, Davis le relató a la policía que disparó a Muldrow el 18 de mayo de 1996, después de que éste se dispusiera a “hacer un tiroteo” cerca de un barrio en la zona de la calle Commerce y la avenida Carey.

“Eligió esta zona porque era miembro de la pandilla GPK y buscaba a miembros de la NTG para disparar”, decía el informe.

Davis dijo que el tiroteo del 8 de noviembre de 1996, que dejó a Crockett y Moore muertos, ocurrió después de que dos de sus amigos “le pidieran que ‘les hiciera algo’ a ellos”, según el informe. Al menos uno de sus amigos era un “miembro de la pandilla Rolling 60 Crip”, y Davis agregó que “sus amigos de GPK le hacían pasar un mal rato regularmente por ser amigo de un miembro de la banda rival”, según el informe.

Los tres caminaron hasta una zona desértica en la cuadra 3000 de la calle Clayton, y Davis le reveló a la policía que disparó a ambos adolescentes en la cabeza, según el informe.

“Disparó a (redactado) una vez más, luego persiguió a (redactado) que había corrido”, indica el informe. “Entonces le disparó una segunda vez”.

Según el informe, Davis le comentó a la policía que utilizó armas que coincidían con los casquillos encontrados en ambas escenas del homicidio.

El miércoles, Davis admitió un largo historial de detenciones, pero dijo que nunca había matado a nadie. Señaló que no cree que vaya a ser condenado por asesinato.

“No había testigos, ni huellas dactilares, ni balística”, dijo. “No había ningún arma. ¿Quién pudo verme en estas escenas del crimen con estas armas matando a estas personas? Nadie”.

Davis fue acusado de tres cargos de asesinato con un arma mortal y un cargo de conspiración para cometer un asesinato, según registros judiciales. El miércoles permaneció en la cárcel sin derecho a fianza.

Está previsto que comparezca el jueves por la mañana en el Tribunal de Justicia de North Las Vegas.

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