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Varios años esperando un “regalo de vida”

En abril de 2017, El Tiempo presentó la historia de Arlett Valencia, una valiente mujer que desde los siete años de edad ha enfrentado la diabetes tipo 1 y el hipotiroidismo, enfermedades que ahora en su edad adulta le han ocasionado complicaciones médicas que requieren de trasplante de páncreas y riñones.

Este agosto de 2020 marca una conmemoración más del Mes Nacional de Concientización sobre Donantes Minoritarios (NMDAM, por sus siglas en inglés) y para incentivar a que más hispanos se registren como donantes de órganos, Valencia comparte con este medio de comunicación los momentos difíciles que continúa enfrentando.

“En 2012 me comenzaron a fallar los riñones, estuve acudiendo con el doctor y me decía que todo se veía bien. Yo no sabía lo que era la diálisis, lo que pasaba cuando la diabetes afectaba los riñones. Nunca lo había escuchado”, comentó Valencia y compartió que posteriormente su situación se fue complicando. “Empecé a hacer diálisis en 2012, el doctor me dijo que tenía dos opciones, empezar diálisis o no hacerlo pero más o menos en una semana mi cuerpo dejaría de funcionar”.

En octubre de 2015 Arlett recibió el trasplante de un riñón que le sirvió para dejar de someterse a diálisis, sin embargo, hasta la fecha sigue esperando recibir un páncreas que le ayude a superar esta enfermedad.

“Me hicieron ese trasplante y funciona, no tengo que hacer diálisis, cuando el doctor ve los número del funcionamiento, no han estado nunca al cien por ciento. El riñón está funcionando pero no completamente y la diabetes que todavía tengo y las medicinas me afecta el nivel de azúcar. Lo que no se controla afecta al riñón”, relató Valencia.

Arlett ha estado en lista de espera para recibir el trasplante en ciudades como Las Vegas, Salt Lake y Phoenix. No obstante también ha tenido que cumplir con ciertos procedimientos médicos que tienen un costo elevado.

“Estoy en comunicación con el hospital, uno tiene que hacerse estudios, exámenes dentales, oculares y de cardiología. Esos ya los tengo, pero me afectó el dental, necesitaba tener los procedimientos que el dentista me recomendó para no tener muchos problemas si es que llego a recibir un trasplante de riñón y páncreas”, dijo Valencia añadiendo que todos esos estudios son de suma importancia para evitar cualquier tipo de infección.

El elevado costo de los servicios médicos es otro obstáculo para las personas que necesitan atenderse, ya que muchos seguros médicos no cubren la totalidad de ciertos tratamientos. Por fortuna, Arlett tuvo la posibilidad de recibir ayuda de Nevada Donor Network para poder realizarse el procedimiento dental que necesitaba, le cual tenía un costo aproximado de $10,000.

Desde hace ocho años Arlett ha esperado por un trasplante de páncreas, y ahora nuevamente de riñón, la espera ha sido complicada y dolorosa pero ve en su hijo Fabián la fortaleza que necesita para seguir luchando.

“Es la mayor razón por la que yo continúo, estoy aquí por mi hijo. Siempre he estado enferma, cuando pude tener un hijo fue lo más importante para mí. Es mi motivación para seguir adelante. Ha habido ocasiones en que he estado muy mal, en el hospital, pero me acuerdo que tengo un hijo al que tengo que educar, ya tiene 17 años, ya casi termina la preparatoria para irse a la universidad. Le he enseñado lo que sé sobre cómo debe ser una persona”, compartió Valencia.

El 14 de junio pasado, Fabián encontró a su madre inconsciente en su cuarto. Ya en el hospital, Arlett fue entubada y después de mucho trabajo los médicos lograron estabilizarla. Pero esta no ha sido la única ocasión en que Arlett ha sido salvada por su hijo.

“Me da tristeza saber que él no creció como cualquier niño, desde los cuatro o cinco años, si veía que me bajaba el nivel de azúcar, él corría para traerme jugo, me ponía el popote en la boca y lo presionaba para que saliera el líquido. Así me daba azúcar para poder levantarme mientras él pedía ayuda. En el refrigerador yo tenía los números en grande para que él llamara a mi hermana, a mi mamá o al 9-1-1”, recordó Valencia.

Además, Arlett mencionó que Fabián ha estado presente cuando ella ha sufrido algún episodio médico al conducir, por lo que asegura que “es mi ángel para ayudarme en todo esto”.

De acuerdo con Nevada Donor Network, un solo donante puede darles el regalo de vida a ocho personas mediante órganos, tejidos y córneas. Es importante mencionar que la donación de órganos solamente se da cuando la persona fallece.

“Es muy importante, la gente no sabe que afecta mucho a la comunidad hispana y a las minorías, y somos los que menos nos registramos para ser donantes. No sabemos de dónde va a venir ese órgano, puede que un familiar lo necesite, pero los hispanos no vemos eso, no hablamos de ‘cuando me muera quiero donar mis órganos’”, dijo Valencia.

Aparte de la poca disponibilidad de órganos, otro obstáculo que deben enfrentar las personas en espera es la compatibilidad para recibir lo que necesitan. Tan solo en Nevada, hay cerca de 650 personas esperando una segunda oportunidad de vida.

“Si no hay gente registrada para ser donante y uno lo necesita, les pido que piensen de dónde va a salir ese órgano que ocupan. Si no nos registramos, nos vamos a morir y los órganos se van a deshacer, entonces ¿Por qué mejor no darle la oportunidad a otra persona?”, concluyó Valencia.

Contacte a Anthony Avellaneda en: aavellaneda@reviewjournal.com, o siga la cuenta de Twitter de El Tiempo: @eltiempolv.

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