Las familias de Nevada necesitan más opciones educativas
Hoy en día, la mayoría de nosotros disfrutamos de una increíble cantidad de oportunidades para mejorar nuestras vidas. Tome en cuenta los teléfonos inteligentes. En el lapso de unos pocos años, los avances en la tecnología nos están permitiendo personalizar nuestros teléfonos inteligentes en formas que difícilmente podíamos haber imaginado. Con miles y miles de aplicaciones para elegir, nuestros teléfonos inteligentes reflejan nuestros intereses y necesidades personales en el mundo moderno de hoy.
Pero cuando se trata de educar a nuestros hijos, las oportunidades de personalización son esquivas. Eso es porque para la mayoría de las familias, la única oportunidad educativa que tienen es enviar a su hijo a su escuela pública asignada.
Para algunos, esto funciona bien. Pero para otras familias la escuela asignada es un ajuste pobre que no satisface las necesidades académicas de sus hijos. Y en lugar de ser capaces de pedir un cambio y trasladarlos a otra institución educativa en una zona diferente, muchos estudiantes y familias no tienen otra opción que permanecer en la escuela asignada, a pesar de ser peligroso, violento, de carecer de rigor académico o simplemente no cumple con las necesidades de un niño.
Pero hay una mejor manera, hasta hace poco Nevada estaba entre un puñado de estados que llevo a cabo una nueva e innovadora manera de pensar sobre la política educativa conocida como “Cuentas de Ahorro para la Educación” conocida por sus siglas en inglés (ESA), liberando a las familias de un retroceso educativo y brindándoles más oportunidades educativas para sus hijos.
Bajo el programa de ahorro “ESA”, a las familias se les permite acceder a la totalidad o parte de los fondos de educación pública de sus hijos para pagar los servicios relacionados con la educación, incluyendo tutoría adicional, materiales escolares, sesiones de terapia de aprendizaje e incluso clases privadas. Y aunque cada programa bajo “ESA” difiere en las restricciones de elegibilidad y gastos, el concepto general sigue siendo el mismo: las familias deciden cómo y dónde gastar sus dólares ahorrados
El dinero va con el estudiante, no necesariamente se queda en la escuela.
Cada familia debe tener esta libertad de educación, pero hay una necesidad particular de empoderar a las familias hispanas que no están recibiendo un buen servicio por parte del sistema educativo actual. Según el Departamento de Educación de los Estados Unidos, la tasa de graduación de la escuela secundaria de Nevada ocupa el tercer lugar en la lista de los peores en la nación. Casi la mitad de todos los estudiantes afroamericanos en Nevada no lograron graduarse, mientras que la tasa de graduación hispana en Nevada es sólo ligeramente mejor en un 67 por ciento.
Para algunos, la respuesta es simplemente más dinero, pero la investigación sugiere lo contrario. En Nevada, el gasto por alumno ha disminuido y fluido a lo largo de los años, pero los resultados educativos se han estancado en gran parte. Más dinero no es necesariamente la respuesta. Lo que se necesita es una forma más inteligente de gastar los recursos educativos para satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes.
Los programas de “ESA” tienen el poder de hacer exactamente eso mientras que dan poder a las familias para tener más voz en cuanto a la educación de sus hijos.
Desafortunadamente, no todos lo ven de esta manera. Hay quienes se oponen vehementemente a que los padres y las familias tengan mayores libertades educativas, incluso si eso significa que las familias de bajos ingresos y las minorías permanezcan en las escuelas públicas de bajo rendimiento académico. Como resultado de sus esfuerzos, los programas “ESA” en Nevada están suspendidas hasta que se resuelvan importantes cuestiones de financiación.
Pero mientras algunos celebran el revés de “ESA”, las familias de Nevada se están preguntando por qué sólo los afortunados deben tener acceso a una escuela de alta calidad. Es una buena pregunta que va directamente al punto de la discusión y nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué algunas familias deben seguir esperando con la esperanza de que el sistema mejore mientras que otros padres son capaces de hacerse cargo de la educación de su hijo aquí y ahora?
Espero que las familias de Nevada no tengan que hacerse estas preguntas en las próximas generaciones. La personalización también debe aplicarse a la educación donde las familias pueden escoger por el bienestar académico de sus hijos.
